viernes, 12 de mayo de 2017

Película "Los Niños de Rusia" - 12 mayo 2017



Comentario sobre la película - Revista Fotogramas


Por Mirito Torreiro
En uno de sus mejores libros, "Microcosmos", el crítico italiano Claudio Magris menciona el lacerante caso, una nota al pie del gran libro de la Historia, de un grupo de comunistas italianos que, abjurando de su país, se fueron en 1945 a Yugoslavia para contribuir con su esfuerzo a la construcción del socialismo... solo para acabar, tres años después, en un campo de concentración titista por estalinistas.

La nota hispana a pie de página del convulso siglo XX tiene características más increíbles: los niños que, para huir de los bombardeos de las ciudades por parte de los fascistas alzados en nuestra guerra, fueron enviados por sus padres al exterior, sobre todo a la URSS, con la esperanza de salvarlos de la barbarie y recuperarlos tras la esperada victoria republicana.Qué fue de esa gente tras la derrota, qué son hoy y cómo han vivido la lacerante política de su tiempo es la tarea que se ha impuesto Jaime Camino, el cineasta español más preocupado por la Guerra Civil, a la que dedicó un film pionero, España otra vez, primero protagonizado por republicanos; un modélico documental ("La vieja memoria"), así como la primera película de ficción en la que un actor encarnó a Franco ("Dragon Rapide") y un díptico sobre los primeros y últimos días de la contienda, "Las largas vacaciones del 36" y "El largo invierno".

La preocupación de Camino se hace carne en este film, hasta el punto que su origen lo constituyen las charlas del cineasta con tres primos suyos, los Vega de la Iglesia, niños de la guerra y memoria crítica, como todos los entrevistados, palpitante y generosa. Con una humildad estremecedora, el recurso a un montaje que, como en "La vieja memoria", sitúa los núcleos de conflicto para enfrentar recuerdos de los entrevistados, Camino recorre el doloroso camino personal de unos niños que, como expresa con claridad una de las entrevistadas, se convirtieron en gente de ninguna parte. Casi nada queda al margen de las confesiones de unos hombres y mujeres de sinceridad desarmante. El casi tiene que ver con algo que tal vez ellos mismos desconocen: el por qué fueron ellos, y no otros, los elegidos para salvarse. Pero por lo demás, de la ordenada secuencia de recuerdos surgen todos los grandes temas que asolaron el siglo: la guerra civil, el desarraigo, la guerra mundial, el deshielo postestalinista, el fin del comunismo, la vuelta a una España vengativa, la sensación desconcertante de que lo vivido se escapa entre los dedos. Y la memoria de unos ciudadanos a los que todos debemos respeto: por su odisea, sí, pero también por su coherencia, su conciencia crítica, su inmensa humanidad.

Para cualquier espectador con memoria. Lo mejor: la naturalidad de los entrevistados. Lo peor: que sea tan breve... o lo parezca.

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